lunes, 25 de agosto de 2014

Historia de las Ciencias de la Comunicación

A principios de los años setenta muchos de los teóricos de las ciencias sociales no consideraban a la comunicación como un objetivo de estudio que mereciera una disciplina específica.

Una revisión de la historia del pensamiento comunicacional pone de manifiesto el
carácter fundamentalmente socio-céntrico de esta disciplina, puesto que desde los
inicios de la investigación y el pensamiento sobre comunicación, ha sido la sociología la
que ha jugado un papel primordial en el abordaje de los fenómenos comunicativos. Ya
la Escuela de Chicago, durante la primera mitad del siglo XX, desarrollaba un enfoque
general de la teoría social, subrayando el papel de la comunicación en la vida social.
Pese a que dentro de esta escuela tuvieron más difusión los trabajos de Park (1921;
1952; 1967) y Burgess (1921; 1964) sobre sociología urbana, no puede negarse la
importancia de los estudios de Cooley (1909), Dewey (1952) y Mead (1968), básicos
para la futura construcción de la comunicología posible. El aporte básico de la Escuela
de Chicago fue el considerar a la comunicación no como la simple transmisión de
mensajes, sino como un proceso simbólico mediante el cual una cultura se erige y se
mantiene. De hecho, fue Charles Horton Cooley el autor de la primera obra que brindó
un análisis moderno de la comunicación: Social Organization (1909). Para Cooley, el Yo
individual se forma como una entidad social sólo a través de la comunicación. Esta
perspectiva es semejante a la de su discípulo, George Herbert Mead, cuya propuesta
de conductismo social privilegió a la comunicación en la construcción del sí mismo.
Para Mead (1968), el pensamiento es un acto esencialmente social, es decir, se
desarrolla a través y en la comunicación con el prójimo. Por último, para John Dewey
(1952), máximo representante del pragmatismo norteamericano, la comunicación es el
fundamento de toda relación humana, el proceso que une a los individuos y permite la
vida colectiva.